Existen niñas, niños y adolescentes en el deporte de Jalisco que necesitan recuperar su luz para volver a brillar, y muchos otros que necesitamos garantizar que nunca pierdan su luz.
Ayuda.
Involúcrate e identifica las señales.
Por el bienestar de niñas, niños y adolescentes.
La voz.
Cuando tengas sospechas.
Capacitar a entrenadores, personal administrativo, padres, madres, tutores y atletas sobre la detección y atención de violencia y/o abusos a niñas, niños o adolescentes, con talleres sobre crianza positiva, señales de alerta y actuación en casos sospechosos. Además, se implementarán campañas de concientización y se promoverán mecanismos para denunciar violencia.
Establecer un equipo encargado de recibir, registrar y aclarar reportes de violencia y/o abusos a niñas, niños o adolescentes, y dar vista a las autoridades competentes para su atención.
Brindar atención psicológica inmediata y especializada a las víctimas, acompañamiento emocional y terapias a largo plazo, así como seguimiento continuo para garantizar su bienestar y prevenir revictimización.
Juegue un papel activo en la vida de sus hijas/os. Aprenda sobre sus actividades y las personas con quienes pasan tiempo. Esté atento en caso de que haya problemas.
Esté atento a los indicios de abuso sexual, que pueden incluir un adulto que busca maneras de estar a solas con su hija/o con frecuencia, que ignora la necesidad de privacidad de su hija/o (por ejemplo, en el baño) o le da regalos o dinero a su hija/o sin razón particular.
Asegure que las organizaciones, los grupos y los equipos con los cuales está involucrado su hija/o eviten que los niñas/os y los adultos pasen mucho tiempo individual a solas. Pregunte sobre cómo seleccionan y supervisan el personal y los voluntarios.
Enséñele a sus hijas/os los nombres correctos de las partes privadas del cuerpo y la diferencia entre el contacto apropiado e inapropiado.
De a sus hijas/os el poder de decisión sobre sus cuerpos permitiéndoles un nivel de privacidad apropiado a sus edades, y anímelos a decir “no” cuando no quieran tocar a alguien o que alguien los toque, incluso en formas no sexuales.
Enséñele a sus hijas/os a cuidar de sus propios cuerpos (por ejemplo, bañándose o usando el baño) para que no tengan que depender de adultos o niñas/os mayores para ayuda.
Eduque a los niñas/os sobre la diferencia entre los secretos buenos (como una fiesta de sorpresa) y los secretos malos (secretos que los hacen sentir en peligro o incómodos).
Supervise a sus hijas/os en cuanto al uso de tecnología, incluyendo sus teléfonos celulares, sitios de redes sociales por Internet y mensajes de texto. Revise sus listas de contactos con frecuencia y pregúnteles acerca de cualquier persona que no conozca.
¡Confíe en sus propios instintos! Si se siente incómodo dejando a su hija/o con alguien, no lo haga. Si está preocupado por la posibilidad de abuso sexual, haga preguntas.
Si su hija/o le dice que fue o está siendo abusado, manténgase calmado, escuche con cuidado y nunca culpe a su hija/o por lo que le pasó. Agradézcale a su hija/o por haberle dicho. Reporte el abuso lo antes posible.
Completa la información requerida en el siguiente formulario para que podamos comunicarnos contigo y brindarte la ayuda que necesitas. La información proporcionada es confidencial.
COORDINACIÓN DEL PROGRAMA BRILLA